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El Día de Santa Cruz, 7/10/07

Tenerife: Una antena de telefonía mantiene en vilo a vecinos de Barranco Grande. En 2002 se instaló una antena en la calle Petiazul, en el distrito Suroeste. Desde entonces han muerto tres vecinos, otro está sometido a quimioterapia y abundan los problemas de vista y piel. Los 40 residentes de la vía dicen "basta ya".

Domingo 7 de octubre de 2007 · 1611 lecturas

Tenerife: El Día de Santa Cruz, 7/10/07

Una antena de telefonía mantiene en vilo a vecinos de Barranco Grande
En 2002 se instaló una antena en la calle Petiazul, en el distrito Suroeste. Desde entonces han muerto tres vecinos, otro está sometido a quimioterapia y abundan los problemas de vista y piel. Los 40 residentes de la vía dicen "basta ya".
CRISTINA ÁLVAREZ, Tenerife

"La salud no tiene precio" es la máxima de unos cuarenta vecinos de Barranco Grande, concretamente de la calle Petiazul que han visto cómo desde 2002 se han registrado en su calle tres casos de fallecimiento por cáncer y un cuarto residente está sometido a sesiones de quimioterapia y ve cómo mengua cada día su estado físico. Asimismo, en la citada calle, que apenas tiene un centenar de metros, se han contabilizado numerosos casos de vecinos con afecciones cutáneas, así como oftalmológicas que, según una re- presentación vecinal "creemos que se deben a una antena de telefonía móvil que se colocó en 2002 en una vivienda cuyo propietario ya no reside en la citada casa", sostienen los afectados.

En la calle Petiazul se han construido nuevos edificios de viviendas, pero nadie compra. Antes bien, los que han residido en la mencionada calle intentan vender y marcharse de allí ante el temor de que la causa de las enfermedades y muertes que se están dando sea la antena ubicada en el lugar. Vicente Castro Morales comenta que "yo he perdido una hija de 41 ańos por un cáncer y ahora tengo otro hijo de 31 que de pronto se queda sin ver nada. Los médicos no saben qué le ocurre. Nuestra intención es que se nos trate como a personas y no como ocurrió la pasada semana en Urbanismo. Los representantes de la gerencia nos dijeron para tranquilizarnos que las antenas de telefonía móvil no eran un peligro para la salud y que era más peligroso un móvil o un microondas".

Ruidos nocturnos.- Cipriana Rodríguez Torres soporta cada noche los ruidos que proceden de los equipos que tiene en la base la antena, ya que su casa está pegada a donde se encuentra instalada la antena. "A veces noto cómo llegan a vibrar las copas de las vitrinas. El ruido puede llegar a despertarnos porque se parece a una lavadora centrifugando. En mi casa todos estamos muy nerviosos".

Victoria Andrea Díaz Díaz es otra de las afectadas y desde que llegó en 2000 a la calle Petiazul ha sentido cómo su salud empeoraba. "Me dio una embolia en el ojo derecho y tengo ahora una visión del 10 por ciento, pero los médicos no saben la causa porque mi salud es buena. Mi marido lleva dos ańos con una depresión y mi madre murió de cáncer poco después de que colocaran en 2002 la antena". Leónides Pérez Díaz se lamenta de que antes presumía de ser una lectora empedernida y ahora "tengo que pegarme los papeles al ojo derecho para poder leer algo".

Charla en Urbanismo.- La visita que hizo una representación vecinal a Urbanismo la pasada semana ha ofendido a los vecinos, ya que según Vicente Castro "allí sólo fuimos a que se nos diera una charla y no nos dejaron ni hablar. Un técnico nos leyó la normativa europea y poco más o menos se nos dijo que se podían plantar antenas de telefonía en todos los rincones que no pasaba nada". Los vecinos piden su retirada y una reunión con el alcalde en breve.
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