VEINTE VECINOS IMPIDEN LA INSTALACIÓN DE UNA ANTENA DE MÓVILES EN BARCIAL DE LA LOMA (VALLADOLID)

Veinte contra sesenta y, al final, tablas. Seis patrullas de la Guardia Civil acudieron a media mańana de ayer al pequeńo municipio de Barcial de la Loma (140 habitantes censados y 80 reales) para mediar en un altercado entre el primer grupo de vecinos -el resto está a favor- y los obreros que intentaban instalar una antena de telefonía móvil en el Corro de Perales, junto a las viejas escuelas.

La «sangre no llegó al río», reconocía el alcalde, Mariano Carbajo (PSOE), a pesar de que algunos manifestantes le llamaron de todo menos guapo. Su llegada al solar de la polémica sirvió al final para apaciguar los ánimos después de renunciar a la colocación del repetidor y de convocar una asamblea para mańana por la tarde con la intención de «decidir entre todos una ubicación más adecuada para evitar enfrentamientos».

No todos están de acuerdo con esta decisión y muchos residentes, incluido el concejal de la oposición Jaime Moro (PP), consideran que «podemos perder está oportunidad para tener cobertura en el pueblo después de ańos teniendo que irnos a un kilómetro para poder utilizar el móvil».

En el lado contrario se encuentran vecinos como Luis Alberto Fernández o Enós Lobato (candidato a concejal por una plataforma independiente). El primero apela al principio de «prudencia» para alejar la instalación y el segundo lamenta que, a su juicio, «no es normal colocar el repetidor a cuatro metros de las casas y al lado de un parque y del centro de mayores». Este último ocupa parte de las antiguas escuelas, que acogen también el bar que regenta la mujer del alcalde y que están enclavadas en el único lugar del pueblo que paradójicamente dispone de una cobertura decente.

«Me parece bien que pongan la antena porque en el resto del pueblo no tenemos nada de cobertura», reclama la vecina Julia Herreros mientras su amiga Carmen Rodríguez matiza que «muchos de los que protestan viven fuera o cerca de aquí -por el Corro de Perales- y resulta que ellos son los únicos que tienen cobertura».

Unos y otros, sin embargo, coinciden en la necesidad de dotar a la localidad del repetidor: «Estamos encantados con que pongan la antena, pero lejos del centro de jubilados y de donde juegan los nińos», justifica otro de los opositores, Celerino Catón, mientras pasea junto a una simbólica pintada que reza ’Antena no’. Esta y otras adornan las paredes de Barcial desde que el pasado agosto comenzara una campańa de recogida de firmas (hasta 75 reunieron) contra la instalación.

Permisos en regla

El enfrentamiento entre los dos sectores del vecindario no cesó desde entonces y el incidente que ayer obligó a recular al alcalde tuvo su antecedente el 29 de abril. Ese día paralizaron las obras que iban a retomarse ahora y que, según recuerda Mariano Carbajo, «cuentan con todos los permisos de obra y de Medio Ambiente».

El regidor, que opta a la reelección, confía en lograr un acuerdo en la reunión que tendrá lugar en el Consistorio a las 17.30 horas de mańana para «no dejar pasar esta oportunidad» y se muestra dispuesto a «pagar, aunque sea con contribuciones especiales, el coste de llevar la luz hasta el solar que decidan todos los vecinos». La pelota está a partir ahora en el tejado de los habitantes del pueblecito de Tierra de Campos.