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Asociación Vallisoletana de Afectad@s por las Antenas de Telecomunicaciones - AVAATE

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El Mundo, 2/11/2008

MALLORCA | ANTENAS DE TELEFONÍA.Mosquiteras de hierro contra las radiaciones. Colocan rejillas para protegerse de las radiaciones de dos antenas de telefonía. Están en pie de guerra tras los brotes de cáncer de los últimos años

Lunes 3 de noviembre de 2008 · 2048 lecturas

MALLORCA | ANTENAS DE TELEFONÍA.Mosquiteras de hierro contra las radiaciones. Colocan rejillas para protegerse de las radiaciones de dos antenas de telefonía. Están en pie de guerra tras los brotes de cáncer de los últimos ańos

Toni ha parapetado la terraza y las ventanas de su vivienda, situada en medio de las dos antenas. (Foto: Alberto Vera)
Actualizado domingo 02/11/2008 12:40 (CET)
ENRIQUE FUERIS
LLUCMAJOR.- Informes que garantizan su inocuidad. Informes que la ponen en duda. Informes que la niegan. Las antenas de telefonía siempre en el ojo del huracán. Y en medio del fuego cruzado, de los mensajes de tranquilidad y los brotes de cáncer, algunos ciudadanos, a falta de veredictos definitivos y medidas de prevención, optan por hacer la guerra a su modo. En el municpio mallorquín de S’Estanyol, Llucmajor, prefieren prevenir que curar. Hartos del silencio del Ayuntamiento y a falta de una certeza que les permita dormir tranquilos parapetan sus viviendas con mosquiteras de hierro que, afirman, les protegen de las radiaciones de dos antenas que operan sin licencia y que tienen al vecindario en pie de guerra.

Los aparatos no son sino dos integrantes más de la interminable lista de antenas que operan sin licencia en el municipio. Motivo sobrado para que gente como Toni y Magdalena se instale a su disgusto entre la prevención y la paranoia y recurra a medios caseros para guarecerse del mal invisible. Una de las antenas, la ubicada en la calle Antoni Garau, carece de licencia de obras y de apertura y funcionamiento. La segunda, en la calle Dami Taberner, suma a esas carencias la de la licencia de instalación. Llevan 8 ańos en la urbanización.

"No estamos en contra de la tecnología ni de la telefonía móvil", afirma Toni, "pero la salud es lo principal y este tipo de tecnología debe ir acompańada de garantías de seguridad". Él y sus vecinos explican como mediante un medidor de radiación que obtuvieron por internet pudieron comprobar como los niveles diferían sobremanera a un lado y otro de la tela metálica: "Los índices de radiación se reducían a cero cuando colocábamos la rejilla delante". La mosquitera de marras luce en la terraza, a la entrada de su vivienda. También han provisto la ventana de su cuarto de una rejilla. Otro mecanismo de protección es una pintura absorvente que, de nuevo contador geiger mediante, se comprobó aislaba la casa de las radiaciones.

"Mientras no nos solucionen el problema nos protegeremos como podamos", explica Jaume, vecino de la zona. Su rúbrica es una de las 40 que acompańaron la instancia presentada al Ayuntamiento el pasado mes de agosto para solicitar la paralización de las dos antenas. Desde entonces, la única respuesta obtenida de los responsables municipales es el silencio. No fue el único contacto mantenido con el Consistorio. También se han producido reuniones con el alcalde, Lluc Thoms, y con sus tenientes de alcalde que han resultado igualmente infrutuosas. "Nos dice que no es competencia del Ayuntamiento y que por lo tanto él no puede hacer nada".

Eso sí, el alcalde informó a mediados de mayo de este ańo que se habían efectuado mediciones de estos dos aparatos y se descartaba que fueran nocivos. El alcalde llegó a seńalar que "en una escala de 0 a 40 las radiaciones iban de 0 a 2", según aseguraba le informaron los técnicos de la Conselleria de Sanidad y Consumo que hicieron las mediciones. Unas palabras que no tranquilizan a los vecinos, quienes desconfían de mediciones programadas e instan a la simple clausura de las actividades hasta que no se disponga de las correspondientes licencias. Tanto Jaume como Pep, presidente de la asociación de vecinos, argumentan sus dudas: no se fían de las mediciones que se realizan previo aviso y que por tanto pueden arrojar unos resultados que no obedecen a la realidad. Desconfían. Entre sus motivos para ello, la decena de casos de cáncer aparecidos en el radio de acción de las antenas en los últimos 3 ańos. No quieren promover un alarmismo social injustificado pero advierten de que la estadística es demasiado elocuente como para no ser como mínimo precavido.

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